2021年07月01日01:42 【その他の情報】
La novela grГЎfica se rГe sobre la adicciГіn a las decepcionantes citas digitales
El mozo israelГ, Koren Shadmi, neoyorquino sobre prohijamiento desplazГЎndolo hacia el pelo autor de la divertida novela grГЎfica “Adictos al amor. Confesiones de un follador en serie”, acerca de los inconvenientes de el sexo simple, de la que hablГі en la entrevista con Efe. EFE
El mozo israelГ, Koren Shadmi, neoyorquino sobre apadrinamiento y no ha transpirado autor sobre la entretenida novela grГЎfica “Adictos al amor. Confesiones sobre un follador en serie”, sobre las inconvenientes de el sexo simple, sobre la que hablГі en la entrevista con Efe. EFE
Seguramente, En Caso De Que el Philip Roth de “El lamento sobre Portnoy” tuviera hoy treinta aГ±os no le importarГa encontrarse firmado “Adictos al amor. Confesiones de un follador en serie”, del joven israelГ, Koren Shadmi, neoyorquino de admisiГіn asГ como autor de la amena novela grГЎfica sobre los inconvenientes de el sexo simple.
Este joven, que pasarГa falto problemas un cГЎsting para un film de W dy Allen, ha usado su propia destreza con las redes sociales sobre citas de colocar el origen referente a un fenГіmeno en aumento el uso sobre esta clase sobre aplicaciones de maneras casi convulsiva, adonde la “bГєsqueda de la supuesta pareja” se convierte en una frenГ©tica sucesiГіn sobre relaciones sexuales, la mayorГa decepcionantes, que esta obra alcahueterГa de maneras cГіmica, no obstante con un Cristalino trasfondo crГtico.
“No soy psicГіlogo Con El Fin De valorar esta manera de promiscuidad, aunque creo que es como el ratГіn del laboratorio que dispone de un provisiГіn sobre morfina que se activa En Caso De Que le da a un botГіn con la patita, y no ha transpirado al final el animal estГЎ al completo el momento dГЎndole. Pues a lo superior nos estГЎ pasando lo mismo”, comenta a Efe el autor, que participa esos dГas en el SalГіn del CГіmic de Barcelona.
Shadmi pide que ninguna persona en la bГєsqueda lecciones moralizantes en su labor, que Solamente se limita, dice, a narrar, por lo vivido en misma epidermis, cГіmo el abuso de estas aplicaciones llega a inducir la afiliaciГіn en la forma de atender las relaciones humanas.
“La biografГa es autobiogrГЎfica en parte, nunca voy a aseverar en quГ© porcentaje, pero me es interesante ver el propГіsito que causa en los lectores, inclusive en determinados de mis amigos”, asegura Shadmi, nacido en Israel, aunque tras hacer el asistencia militar en su paГs se mudГі a novedosa York de observar en la Sch l of Visual Arts, sobre la que Hoy En DГa serГ a profesor.
El K de adictos al amor -inicial de el apelativo del autor, pero igualmente sobre resonancias kafkianas- es un treintaГ±ero de viento torpe que, despuГ©s de la ruptura sentimental, asГ como animado por su nuevo compaГ±ero sobre vivienda, se da de alta en Lovebug, la web de citas -mezcla sobre Tinder y Meetic- en donde con una foto y no ha transpirado una cuenta aceptable se salta las prolegГіmenos de el cortejo y conoce a chicas que buscan pareja o alguna aventura.
Shadmi cree que ese humor caracterГstico asociado a la cultura judeonortemaricana procede de un complejo de inferioridad.
“Del emigrante roГ±oso que llega a EEUU y que se haya con la colonia WASP (blanca, anglosajona y no ha transpirado protestante), altos, rubios, mayГєsculos, mientras tГє eres el roГ±oso pequeГ±ito, que tiene la emociГіn sobre que no puedes regresar a unir con esas chicas tan guapas”, seГ±ala el autor, pero recuerda que W dy Allen, debido a su interГ©s del humor sГ que logra ligГЎrselas “la figura no lo es todo”.
Lo que empieza igual que la guasa entre compaГ±eros sobre vivienda se convierte en la obsesiГіn, una sucesiГіn frenГ©tica de citas, algunas placenteras, sin embargo en su generalidad decepcionantes, cuando no directamente cГіmicas
“Cuando posees demasiado Con El Fin De escoger, en urbes como recien estrenada York, en donde existe tanta familia, todo serГ a tan rГЎpidamente que los usuarios, las relaciones, se pueden modificar en utilizar y no ha transpirado tirar”, seГ±ala Shadmi, que con tan sГіlo 17 aГ±os de vida firmГі su primera novela grГЎfica.
El autor, que utiliza un estilo visual de lГЎpiz desplazГЎndolo hacia el pelo tintas de colores limitados, que otorgan cierta sordidez a las viГ±etas, advierte, desprovisto tratar parecer conservador, referente a el grado de adicciГіn a estas aplicaciones “que lo que persiguen nunca es que encuentres pareja, sino que sigas utilizГЎndolas, estando su cliente, y no ha transpirado eso es un impedimento, por motivo de que convierte a las personas en artГculos comerciales”.
Nunca existe veneno sino dosis, dicen, desplazГЎndolo hacia el pelo Shadmi cree que estas tecnologГas pueden ser prГЎcticas, aprovechables.
“Yo he popular a mi prometida y no ha transpirado voy a casarme con ella; no obstante, el amigo que aparece en la obra sigue yendo a cinco citas por semana, todo dependerГ sobre tu fuerza de voluntad”, revela.
El historietista, que ha trabajado como ilustrador para publicaciones sobre fama igual que The New York Times o The Wall Street Journal, no conoce En Caso De Que serГЎ una moda pasajera o no, No obstante mientras tanto, subraya, el funciГГіn de estas aplicaciones se estГЎ radicalizando.
“En 2011, yo hacГa citas on line con el ordenador, y no ha transpirado Hoy En Caso De Que usas Tinder puedes permanecer cualquier el dГa con Г©l mГіvil en la mano; mi amigo vino recientemente a verme a recien estrenada York desplazГЎndolo hacia el pelo estuvo todo el rato con el dedo en la monitor, y casi ni miraba las fotos, era como un juego”, comenta Shadmi, autor AdemГ s de “En carne viva” (Ediciones B).
Hoy, apartado de estas citas digitales asГ como a momento sobre convertirse en sitio de citas caza un hombre casado, Shadmi reconoce una diferente adicciГіn, Cardstone, un juego sobre mГіvil que le goza de absolutamente enganchado. “Me da un poquito sobre vergГјenza decirlo, es un entretenimiento sobre cartas, mi novia goza de el cГіdigo del juego en mi iphone, asГ como lo abre la novia por mi porque, En caso de que, nunca labor, posee que acontecer ella la que me dГ© la dosis”, dice resignado.